lunes, 11 de febrero de 2019

6. PROTECCION (Texto - Chemi)

LA BIBLIA SEGÚN UN TIPO QUE PASABA POR AHÍ


LA FRUTA PROHIBIDA

Pues resulta que Dios lo había visto todo y bajó con una mala hostia que flipas, en plan que si para esto creo yo el mundo, te voy a meter en el saco de la extinción y no sé qué rollos más, y ve al pavo de Adán a lo lejos y le dice a ver, gilipollas, así, como enfatizando cada sílaba, gi-li-po-llas, ¿no te dije que me dejaras el huerto en paz? ¿por qué no te has ido a pescar por ahí?, y Adán con cara de no creerse el enfado del viejo por una jodida manzana. El caso es que al Tio se le hinchan las santas esferas inguinales y le suelta que a partir de ya se va a tener que ganar el pan con el sudor de su frente, y Adán, que está repelando la manzana y escupiendo las semillas con desgana, se le queda mirando con cara de atontado y le suelta ¿y con el de mi culo?. O sea: what?

Dios estaba ya de una mala hostia que flipas pero el Tío hace gala de talante, se calma y le dice alma de cántaro, qué me estás contando, y Adán, que a estas alturas ya ostenta el título de gilipollas de la semana, le mira y suelta que es que se le acumula mucho sudor entre las nalgas y que, puestos a pagar las cosas con sudor, que le diga a cómo está el litro de caldete perianal, a ver si puede sacar lo suficiente para llenar el pan con algo de chorizo, salami o lo que cojones tenga el charcutero ese día en el mercado.

Dios, os lo digo en serio, Dios estaba que no se lo creía, y le dice pero a ver subnormal, y ojo, que siendo Adán el único pavo en el mundo, que le digan que está por debajo de lo normal, siendo él mismo la norma, es cosa fina. En fin, que le dice pero a ver subnormal, te das cuenta de que te estoy echando del Puto Paraíso, y Adán con la boca medio abierta, a un pedo de cagarse encima pero no de miedo sino de idiota, se pone a hablarle de los índices bursátiles del sudor, del cambio de moneda y de pollas en vinagre, y Dios, que se saca la paciencia de no sé dónde, se queda quieto mirando fijamente a Adán a sus ojos llenos de humo, esperando ver algún amago de inteligencia en su creación, y justo cuando parecía haberse decidido a sacarle las costillas que le quedaban a patadas, le sale el instinto de protección y va y le dice que a tres euros el litro. 

O sea, imagináoslo, Dios sin paciencia,  vencido por el mediamierda de Adán, que todavía va y se le queda mirando con cara de lerdo como queriendo juntar dos neuronas. Y ahí Dios sabe que pasa algo, porque no es normal que el tonto del culo de Adán se piense las cosas demasiado, o sea, ha cogido la jodida única fruta que no tenía que coger, y le dice Dios de buenas qué pasa ahora, Adán, y Adán le mira, y hace amago de no contestar pero dice por lo bajini, cágate lorito, dice por lo bajini que la serpiente paga cinco. Para mear y no echar gota. Le está regateando. A Él. 

Pues, como no podía ser de otra manera, Dios se calza las botas de patear imbéciles, que se las encargó a un zapatero hace tiempo temiendo que este día llegara, y le saca brillo a la punta que ya brilla más que un sable mientras Adán pregunta indicaciones para salir del Paraíso, y le dice ven, ven que te las doy, y cuando ya está la bota a punto de clavársele a Adán en el recto, aparecen las cámaras de televisión y varios mequetrefes gritando inocente inocente, y Dios con cara de situación, sujetando todavía al mentecato de Adán, que le da un ramo de flores y le dice que era una cámara oculta, y la gente desde su casa puede leer en la cara de Dios claramente lo que está pensando: por qué cojones tuve yo que hacer el universo.

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